Jugando en el barro de Barranquilla, fue como que Uruguay 'pisara' una Mina. Tábarez y sus chicos se aclimataron a la humedad, a la lluvia, al toque colombiano y al césped para salir y golpear. Un clásico que falló por alto. Colombia se adelantó y empató (2-2) con dos cabezazos impecables, potentes, que firmaría el mismísimo Godín. De la forma más inesperada se quedó sin un triunfo que le habría llevado a abrir ya el vodka y a apalabrar su hotel en Moscú.
Colombia tocaba y tocaba y Uruguay esperaba y esperaba. El guion estaba escrito desde el autobús. Luis Suárez y Cavani 'intimidaban' a los centrales y el balón era 'cafetero'. Lo inesperado llegó desde le esquina. No había recibido un gol a balón parado en toda las Eliminatorias y Abel Aguilar 'rompió' la racha. El poderío físico colombiano batió a Muslera. Se elevó y rompió la red con la testa.
Un golazo que tuvo respuesta también a balón parado. El 'Cebolla' Rodríguez y su 1,77 se elevaron y se llevaron una brecha y una diana. Ya son tres uruguayos los que suman dos tantos con la cabeza. Un empate que noqueó a Colombia. Siguió moviendo el esférico sin claridad. Bacca y Muriel no aparecían ni Luis Suárez ni Cavani. Cuadrado se cansaba de fallar regates y pases. Y cada vez llovía más mientras Silva se fue lesionado.
Cardona juega, Luis Suárez marca
El mediapunta de Monterrey, héroe con su gol en el triunfo (0-1) ante Paraguay, agarró el balón y comenzó a atormentar a Uruguay. Centros, pases... Sin James, el 10 está en buenas manos. Hubo más peligro que ocasiones. Godín sacó bajo palos un tiro de Arias. El que no falló fue Luis Suárez.
Se pegó con los centrales hasta que encontró premio. Su partido no fue brillante, apenas tocó el balón pero apareció en el momento justo. Stuani la peinó, cuerpeó con Murillo, le dejó atrás y batió cruzado a Ospina. Tercer gol rumbo a Rusia. Otra diana de récord: ya es el máximo realizador de las Eliminatorias rumbo al Mundial de la historia de la Conmebol junto al argentino Crespo (19 dianas cada uno). Son 47 vestido de celeste. No tiene rival. La que tiene, la marca.
Colombia se ahogaba, acusaba el golpe, hasta que apareció Mina. Había pegado un pisotón a Cavani en la espalda, Luis Suárez le había agarrado del cuelo y marcó el empate. Con los 'cafeteros' volcados, el central corrió al área, se hizo grande y convirtió un centro de Cuadrado en un misil con la cabeza. Un golazo. Un empate agónico. Cardona siguió buscando otra heroicidad pero no era el día. Un punto trabajado sobre el barro. Cuestión de cabezazos.
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