Los Golden State Warriors defenderán su corona ante Cleveland Cavaliers en la reedición de las Finales de la NBA de la temporada pasada. A los actuales campeones les costó sangre sudor y lágrimas noquear a unos inmensos Oklahoma City Thunder(96-88) en el séptimo partido de una final de Conferencia memorable. Un nuevo hito del conjunto de Steve Kerr, que se convierte en el décimo equipo de la historia en remontar un 1-3 adverso. Stephen Curry se puso el traje de MVP y decantó la balanza del lado de los de la Bahía con 36 puntos (7 triples), 8 asistencias y 5 rebotes. Junto a Klay Thompson, autor de 21 puntos (6 triples), salieron vencedores del tremendo enfrentamiento con Kevin Durant (27 puntos) y Russell Westbrook (19).
En otro ejercicio de supervivencia, uno más en la eliminatoria, los Warriors supieron sobreponerse a un pésimo arranque para darle la vuelta al marcador en un mágico tercer cuarto. Hasta ese momento los campeones volvieron a ofrecer su versión más gris, incapaces de llevar la iniciativa y siempre a remolque de unos sólidos Thunder.
La presencia de Iguodala en el cinco inicial no amedrentó a Durant, que lideró aOklahoma en el primer cuarto con 7 puntos (19-24). Los locales acusaban la falta de acierto de Klay Thompson en el lanzamiento y sufrían bajo los aros ante el poderío físico de Adams e Ibaka. Kanter salió en el segundo acto para seguir castigando en la pintura y los de Billy Donovan consiguieron distanciarse en el marcador (22-35).
Fue entonces cuando Thompson resurgió y después de fallar sus siete primeros tiros clavó tres triples consecutivos. El primer aviso de unos Warriors que habían tocado fondo y empezaban a levantarse. La segunda advertencia corrió a cargo de Stephen Curry, que cerró la primera mitad con un canastón sobre la bocina (42-48). Un mal presagio para unos Thunder que no esperaban lo que se les venía encima.
Fue el propio Curry el encargado de desatar el vendaval tras el descanso. El MVPdestapó el tarro de las esencias y con tres triples lideró un parcial de 15-4 que devolvía el mando a los campeones (57-54). Donovan ordenó un dos contra uno constante sobre Curry para tratar de frenar la inspiración del crack. A diferencia del sexto partido, esta vez los secundarios acudieron al rescate, aprovecharon los espacios generados por Curry y acabaron por derrumbar a Oklahoma. Livingston tomó el mando y comandó a una segunda unidad que anotó los últimos 14 puntos de los Warriors en el tercer cuarto (71-60).
Sin embargo, los Thunder no estaban dispuestos a arrojar la toalla y lo intentaron de todas las maneras pero se toparon con un majestuoso Curry. El base demostró que no le tiembla la muñeca en los instantes calientes y con 15 puntos en el último periodo abortó cualquier atisbo de remontada . El MVP selló la victoria con su séptimo triple y desató la locura en un Oracle Arena que ya espera a LeBron James y sus Cleveland Cavaliers.
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